
Un brutal ataque ocurrió la mañana de ayer en una calle del distrito de Takadanobaba, en Shinjuku, Tokio. A las 9:50 horas, un empleado de un establecimiento cercano alertó a los servicios de emergencia sobre una persona apuñalada. La víctima, Airi Sato, una joven de 22 años residente en la ciudad de Tama, fue trasladada al hospital, donde se confirmó su fallecimiento.
La Policía Metropolitana de Tokio detuvo en el lugar del crimen a Kenichi Takano, un hombre de 42 años sin ocupación conocida, residente en la ciudad de Oyama, prefectura de Tochigi, como sospechoso del ataque.
Fuentes cercanas a la investigación revelaron que la víctima, quien usaba el nombre «Mogami Ai» (最上あい) en plataformas de transmisión en vivo, fue atacada mientras realizaba una de sus emisiones. Takano admitió haber seguido su contenido y haber visto un video publicado por la joven el día anterior, donde promocionaba su intención de recorrer la línea Yamanote. Con esta información, decidió viajar a Tokio y localizarla en tiempo real mediante sus transmisiones.
UN CONFLICTO FINANCIERO
Las autoridades confirmaron que Takano no era un desconocido para Sato. Comenzó a seguir sus transmisiones en diciembre de 2021 y, en agosto de 2022, comenzó a frecuentar el restaurante donde ella trabajaba. En enero de 2024, Takano presentó una denuncia ante la policía de Tochigi, alegando un conflicto financiero con Sato.
Según su testimonio, había prestado más de dos millones de yenes (aproximadamente 13.500 dólares) a Sato para cubrir sus gastos de vida. Afirmó haber obtenido el dinero a través de ahorros y préstamos de instituciones financieras. «Decidí atacarla porque no me devolvía el dinero», confesó.
DETALLES DEL ATAQUE
Sato fue apuñalada varias veces en la cara y el torso. Cámaras de seguridad muestran que caminaba sola cuando fue atacada por un costado. En la escena se hallaron su teléfono móvil y un «selfie stick», indicando que el ataque ocurrió mientras transmitía en vivo.
La policía también encontró un cuchillo de supervivencia de 13 centímetros de hoja, cubierto de sangre, y otro similar en la mochila de Takano.
Un obrero de 31 años que presenció el hecho relató los hechos al diario Mainichi: «Escuché un grito y vi a una mujer cubierta de sangre en el suelo. Un hombre cercano le acercaba un teléfono». Otro testigo, un empresario de 53 años, afirmó: «El atacante estaba sorprendentemente calmado. No opuso resistencia cuando la policía lo arrestó».
El incidente ocurrió a 350 metros de la estación JR Takadanobaba, en una zona residencial y comercial muy concurrida. La policía continúa investigando para esclarecer todos los detalles del caso. (RI/AG/IP/)
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