El creciente aumento en los precios del arroz ha llevado al Ministerio de Agricultura de Japón a considerar por primera vez la liberación de sus reservas estratégicas, una medida que busca aliviar la presión sobre los consumidores y estabilizar el mercado. Sin embargo, algunos ciudadanos y empresarios han criticado la demora en la respuesta gubernamental.
El ministro de Agricultura, Tetsuro Eto, declaró: «Queremos asegurarnos de que, en función de la situación, podamos utilizar las reservas de arroz siguiendo los principios de la Ley de Alimentación. Esta propuesta será discutida en el comité alimentario, incluyendo la posibilidad de una venta condicionada para su posterior recompra.»
Actualmente, Japón mantiene un sistema de reservas estratégicas de arroz, con aproximadamente un millón de toneladas almacenadas en bloques de 200.000 toneladas, listas para ser liberadas en caso de emergencias como desastres naturales.
El problema de los altos precios comenzó con la llamada «crisis del arroz de la era Reiwa» en 2024, cuando los estantes de los supermercados quedaron vacíos debido a una fuerte escasez. A pesar de que la llegada del nuevo arroz parecía calmar la situación, los precios no han dejado de aumentar.
Según declaraciones a Asahi TV de Masayuki Ogawa, profesor asistente de la Universidad de Utsunomiya, el problema radica en la «frenética competencia entre comerciantes para adquirir las nuevas cosechas, lo que ha provocado un aumento de precios sin control».
¿QUÉ IMPLICA LA LIBERACIÓN DE LAS RESERVAS?
El gobierno considera liberar las reservas de arroz como una medida para evitar que el alto costo genere un éxodo hacia arroces importados, un riesgo que podría debilitar la demanda de arroz nacional.
Un ejecutivo de la cadena de supermercados Izumi, dijo que esta acción gubernamental llegará tarde: «El precio ha sido más del doble del promedio durante más de un año. Necesitamos una solución urgente.»
Para negocios que dependen del arroz, como la tienda de bento «Peko Peko Tei», la situación ha sido especialmente difícil. La propietaria, Shizue Yamaguchi, explicó: «El arroz es esencial para todo lo que hacemos. El año pasado, consideramos cerrar el negocio debido al miedo por los costos. Si liberan las reservas, sería un alivio para todos». (RI/AG/IP/)
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