En la madrugada de este 21 de enero, varios drones ucranianos llevaron a cabo ataques simultáneos contra objetivos militares y de infraestructura crítica en distintas regiones de Rusia. Entre los blancos atacados destaca la planta de aviación de Smolensk, conocida por producir aviones de ataque Su-25, y varias instalaciones energéticas en otras zonas del país.
De acuerdo con autoridades de Ucrania, los ataques incluyeron instalaciones clave como el Smolensk Aviation Plant que desempeña un rol central en la cooperación industrial del sector de defensa ruso, contribuyendo con la fabricación de sistemas modernos de aviación.
Telegram y otros medios locales reportaron que en la región de Smolensk, drones ucranianos atacaron una refinería de petróleo en la ciudad de Yártsevo. El gobernador regional, Vasily Anokhin, aseguró que los sistemas de defensa aérea interceptaron varios de los drones.
Simultáneamente, en la región de Vorónezh, se registró un ataque a una base de almacenamiento de petróleo en la ciudad de Liski. Mientras tanto, el Ministerio de Defensa ruso afirmó haber destruido 55 drones en al menos seis regiones del país, incluyendo Bryansk, Rostov, Smolensk, Vorónezh, Sarátov y Kursk.
CONTEXTO DE LOS ATAQUES
Estos ataques se suman a una serie de incidentes similares en días previos. El 15 de enero, las autoridades de Vorónezh reportaron un ataque de drones a otra base petrolera y ayer, en la región de Kaluga, un dron provocó un incendio en una instalación industrial tras caer cerca del aeropuerto de Kazán, lo que obligó a suspender las operaciones aéreas.
El Ministerio de Defensa ruso insiste en que los sistemas de defensa aérea han sido efectivos en la neutralización de los ataques. Sin embargo, la escalada de estos incidentes es una muestra de la vulnerabilidad de la defensa de infraestructuras estratégicas por parte de Rusia. (RI/AG/IP/)
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