El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, fue arrestado esta mañana por cargos de traición tras una orden de detención emitida por la Oficina de Investigaciones Criminales y la Policía Nacional. Este arresto es un hecho histórico, ya que marca la primera vez que un mandatario en funciones es detenido en la historia del país.
La detención de Yoon se produjo a las 10:30 AM, después de que las autoridades judiciales intentaran en vano arrestarlo el 3 de enero. La orden de arresto está relacionada con la declaración del estado de emergencia que Yoon emitió en diciembre de 2024, cuando acusó a la oposición de intentar derrocar al gobierno. La Fiscalía considera que el presidente actuó de manera inconstitucional al incitar al levantamiento y a la violencia.
En esta ocasión, las fuerzas de seguridad encontraron menos resistencia que en el intento anterior. Según la portavoz de la Oficina de Investigaciones Criminales, no hubo enfrentamientos físicos durante la ejecución de la orden de arresto, lo que permitió que los agentes ingresaran sin problemas al Palacio Presidencial en Seúl.
Aunque su abogado, Seok Dong-hyun, indicó que Yoon había expresado su intención de presentarse voluntariamente en las oficinas de la Fiscalía, las autoridades no aceptaron este ofrecimiento. La Fiscalía subrayó que la detención no se basaba en una entrega voluntaria, sino en la ejecución de la orden de arresto.
Antes de su arresto, Yoon emitió un mensaje a la nación en el que expresó su desacuerdo con el proceso. En el video, el presidente calificó la orden de arresto como “ilegal e inválida” y afirmó que había decidido someterse a la detención para evitar un enfrentamiento violento.
El arresto de Yoon tiene lugar en un contexto de creciente tensión política en Corea del Sur, donde las reformas propuestas por su gobierno han provocado un fuerte rechazo por parte de la oposición. En diciembre de 2024, Yoon había acusado a miembros de la oposición de tratar de socavar al gobierno mediante el juicio político y otros actos de desobediencia, lo que llevó a la imposición del estado de emergencia. A pesar de las protestas dentro del Parlamento, el presidente levantó el estado de emergencia horas después debido a la presión de la Corte Constitucional.
El gobierno interino, encabezado por el viceprimer ministro de Economía, Choi Sang-mok, expresó su preocupación sobre las consecuencias que un posible conflicto físico entre las agencias gubernamentales podría generar. Choi afirmó que tales enfrentamientos no podían permitirse bajo ninguna circunstancia, ya que causarían daños irreparables. (International Press)
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