En el vehículo utilizado en el ataque, las autoridades encontraron una bandera del grupo yihadista Estado Islámico (IS), así como explosivos. Esto refuerza la hipótesis de un atentado premeditado con vínculos terroristas, según confirmó el FBI.
El autor del ataque fue identificado como Shamsuddin Jabar, un ciudadano estadounidense de 42 años, residente en Texas. Jabar sirvió en el ejército de Estados Unidos durante una década y fue desplegado en Afganistán en 2009. Las autoridades investigan si actuó en colaboración con otras personas, ya que consideran poco probable que haya operado de forma aislada.
El presidente Joe Biden condenó enérgicamente el atentado en un comunicado, afirmando que «ningún acto de violencia puede ser justificado». Por su parte, el expresidente Donald Trump, quien retomará el cargo este año, expresó su apoyo a los afectados a través de redes sociales, asegurando que su administración brindará «todo el respaldo necesario a Nueva Orleans».
El ataque ocurrió en una de las principales zonas turísticas de la ciudad, donde miles de personas se reunían para celebrar la llegada del nuevo año. Testigos relataron momentos de pánico al ver cómo el camión se dirigía intencionadamente hacia la multitud y al escuchar los disparos posteriores.
La tragedia ha dejado una profunda herida en la comunidad, que intenta encontrar consuelo en medio del desconcierto y el dolor. «Es desgarrador que algo así ocurra en un momento de celebración», declaró un residente de Nueva Orleans entrevistado por medios locales.
Las autoridades locales han reforzado las medidas de seguridad en las principales ciudades del país mientras avanza la investigación. (RI/AG/IP)
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