La policía de la prefectura de Saitama arrestó ayer a una mujer de nacionalidad china, de unos 30 años, bajo sospecha de violar la ley de inmigración y permanecer en Japón de forma irregular. La mujer, localizada esa misma mañana en la ciudad de Fukui, es considerada una figura clave en la investigación del asesinato ocurrido el pasado 26 de diciembre en un apartamento de Tokorozawa, donde aparentemente residía.
El caso tiene como víctima a un hombre japonés de 25 años, quien fue hallado sangrando cerca de la entrada de un edificio de cuatro plantas en la zona de Higashisumiyoshi, alrededor de las 21:40 horas. Aunque fue trasladado de urgencia a un hospital, se confirmó su fallecimiento poco después.
Las investigaciones indican que el hombre ingresó al edificio a las 21:30 horas y, en un lapso de diez minutos, fue atacado en una de los apartamentos del tercer piso. Las cámaras de seguridad cercanas captaron a una mujer abandonando el edificio en ese intervalo de tiempo. La policía había estado rastreando su paradero hasta que fue finalmente detenida.
Cuando los agentes llegaron al lugar del crimen, encontraron la habitación cerrada con llave. En el interior se halló un cuchillo, que podría ser el arma utilizada en el asesinato. (RI/AG/IP/)
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