El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social de Japón ha dado a conocer, el viernes 22 de noviembre, los últimos datos sobre la incidencia de la influenza en el país, revelando un aumento significativo en el número de casos confirmados. Durante la semana del 11 al 17 de noviembre, se registraron 9.309 casos, lo que representa un incremento de más de 4.000 personas respecto a la semana anterior, un aumento cercano al 80%. Con esta cifra, Japón ha entrado oficialmente en la temporada alta de brotes, y se espera que los contagios sigan en ascenso en las próximas semanas.
Al desglosar los datos por regiones, se observa que la incidencia de la influenza varía considerablemente entre las distintas prefecturas del país. Mientras que en la mayoría de las áreas, la tasa de contagios por cada institución de salud es relativamente baja (entre 1 y 3 casos por unidad), la isla de Okinawa presenta una tasa de 5,02 casos por cada unidad de referencia, destacándose como la región más afectada.
En paralelo, el número de cierres de clases y escuelas debido a brotes de influenza ha aumentado considerablemente, duplicándose con respecto a la semana anterior. Las autoridades sanitarias han señalado que algunas instituciones educativas han tomado medidas más estrictas para contener el virus, implementando cierres temporales de clases y grupos.
Las autoridades de salud han reiterado la importancia de seguir las medidas de prevención, especialmente en el contexto de las festividades de fin de año, cuando los contagios suelen intensificarse. En este sentido, el lavado de manos se mantiene como una de las prácticas más efectivas para evitar la propagación de la enfermedad.
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