La policía de Tokio ha detenido a cuatro hombres de nacionalidad tailandesa por su presunta implicación en el robo de cables de cobre en una planta de energía solar ubicada en Hinode, un pueblo cercano a la capital japonesa. Los arrestados, entre los que se encuentra el sospechoso principal, Weicheeku Pritcha, de 24 años, sustrajeron 840 metros de cable, valorados en unos 1,95 millones de yenes (alrededor de 13.000 dólares) en mayo de este año.
El incidente fue captado por una cámara de seguridad que mostraba a dos de los ladrones forzando una reja para acceder al recinto. Poco después, un vehículo ingresó en la planta y abandonó el lugar apenas cuatro minutos más tarde llevándose consigo el botín.
El líder del grupo, Weicheeku, ha confesado ante las autoridades haber estado al frente de este y otros 90 robos de cables de cobre. Los delincuentes habrían actuado con precisión y equipados con herramientas especializadas, como lo confirmó el sacerdote budista a cargo del templo Unryū-ji, propietario de la instalación solar.
“Parecían usar equipo especializado para cortar los cables de manera ordenada y precisa. Fue una operación bien planificada”, declaró el sacerdote describiendo el modo en que se cometió el robo.
Esta es la segunda denuncia contra este grupo de delincuentes. En agosto, estos mismos hombres fueron detenidos por su implicación en otro robo de cobre en una planta de energía solar en la prefectura de Gunma. La policía de Tokio continúa investigando, ya que creen que podrían estar involucrados en más casos similares en otras regiones como Tochigi y Fukushima, con pérdidas estimadas en más de 100 millones de yenes. (RI/AG/IP/)
