Iwao Hakamada, de 88 años, será finalmente absuelto tras pasar casi seis décadas con una sentencia de muerte sobre su cabeza. Acusado en 1966 de asesinar a una familia de cuatro personas en la ciudad de Shimizu, prefectura de Shizuoka, Hakamada fue condenado a la pena capital, una decisión que marcó su vida hasta ahora. El pasado 26 de septiembre, el Tribunal de Distrito de Shizuoka dictó un fallo de inocencia tras una revisión del caso, y hoy, 8 de octubre, las autoridades judiciales anunciaron que no apelarán la sentencia.
No obstante, el fiscal general, Naomi Unemoto, emitió un comunicado en el que expresó su «profunda insatisfacción» con el fallo, al señalar que el tribunal concluyó que las pruebas presentadas por las fuerzas del orden habían sido falsificadas. Pese a las críticas hacia la investigación original, el fiscal reconoció que Hakamada había pasado un largo periodo en una situación legal incierta, lo que influyó en la decisión de no apelar.
La fecha límite para presentar una apelación es el 10 de octubre. Si no se recurre, la absolución de Hakamada se hará oficial, lo que pondrá fin a un proceso que comenzó con su detención en 1966.
Este es el quinto caso en Japón, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, en el que un condenado a muerte es absuelto tras la reapertura del juicio. La sentencia de inocencia se basó en la constatación de que tres elementos clave de la investigación original habían sido manipulados. Aunque dentro de la fiscalía hubo voces a favor de apelar, finalmente se consideró inviable revertir la sentencia.
Hakamada, quien pasó más de 48 años en prisión, verá finalmente cerrarse un capítulo de su vida que estuvo marcado por la incertidumbre y la sombra de la pena capital. (RI/AG/International Press)
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