En los últimos años, la ciudad de Kawaguchi, en la prefectura de Saitama, ha sido testigo de un aumento en los conflictos relacionados con la comunidad de inmigrantes kurdos turcos. Estos enfrentamientos han generado un intenso debate sobre la gestión de la inmigración y la convivencia en esa localidad.
Uno de los incidentes más recientes ocurrió en septiembre, cuando un joven de 17 años falleció en un accidente de tráfico, tras ser embestido por un automóvil manejado por un joven turco de 18 años sin licencia de conducir que, tras el choque, huyó del lugar. Este trágico suceso reavivó las tensiones en Kawaguchi, donde algunos sectores de la sociedad han comenzado a expresar su rechazo hacia la comunidad extranjera, especialmente la kurda.
Según datos municipales, entre 2000 y 3000 kurdos residen actualmente en Kawaguchi. De ellos, casi la mitad se encuentra en proceso de solicitud de asilo, lo que les otorga un estatus legal temporal bajo la categoría de «actividad designada». No obstante, si su solicitud es denegada, pasan a estar en un estado de «libertad provisional», una situación en la que no pueden ser deportados inmediatamente debido a razones humanitarias o de salud, pero que les impide trabajar o acceder a servicios básicos como el seguro médico.
Ante la presión social, el gobierno local ha presentado un informe al Ministerio de Justicia solicitando medidas más estrictas contra los inmigrantes que cometan delitos, además de pedir una mayor asistencia a aquellos en libertad provisional para garantizarles un mínimo de sustento mientras se resuelve su situación legal. No obstante, esta propuesta ha sido criticada y malinterpretada por sectores de la opinión pública, que la ven como una forma de facilitar la permanencia de los inmigrantes ilegales.
La polarización en torno a este asunto ha sido evidente en redes sociales, donde se han alzado tanto voces que apoyan la expulsión de inmigrantes irregulares como otras que defienden su protección. El secretario personal del alcalde de Kawaguchi, Yuki Komiyama, se presentó en la plataforma streaming ABEMA TV donde expresó su preocupación por esta dicotomía, señalando que la ciudad está atrapada entre dos posiciones extremas. Mientras algunos argumentan que todos los kurdos son «falsos refugiados», otros piden una mayor compasión y apoyo hacia ellos.
«Aunque no llegan a 100, también hay algunas personas con estatus de residencia regular a largo plazo. El número de personas en libertad provisional es probablemente de entre 700 y 900. Solo una persona ha sido reconocida oficialmente como refugiada, pero en mis investigaciones he encontrado que hay algunos más», dijo Komiyama. El proceso de reconocimiento de refugiados puede tardar varios años en completarse y a pesar de que las deportaciones continúan realizándose, el número de nuevos inmigrantes supera al de aquellos que son deportados.
LA TASA DE DELITOS EN KAWAGUCHI ES ALTA
Sobre si la criminalidad ha aumentado debido a la presencia de muchos kurdos, Komiyama indicó: «La población de Kawaguchi es de 600.000 personas. El año pasado se registraron aproximadamente 4.000 delitos en la ciudad. En la vecina Saitama, que tiene una población de 1,2 millones, el número de delitos es justo el doble. Pero, la tasa de criminalidad por cada 1000 personas en toda la prefectura de Saitama es de 6,8, mientras que en Kawaguchi es de 7,5. Es un poco más alta que el promedio».
Por su parte, el controvertido comentarista Hiroyuki Nishimura, conocido por sus opiniones directas, también se ha sumado al debate, sugiriendo que la ciudad debería ser más clara en sus políticas de inmigración. Según él, si bien es fundamental apoyar a los inmigrantes que tienen permiso legal para residir y trabajar en Japón, aquellos que no cuentan con dicha autorización deben ser deportados, ya que su presencia ilegal genera conflictos que perjudican a toda la comunidad extranjera en el país.
Entre tanto, ciudadanos japoneses han producido un mapa de zonas «problemáticas» dentro de Kawaguchi que son relacionadas con kurdos. «Dicen que Saitama es pacífica, pero aquellos que viven en su burbuja de fantasía deberían intentar caminar por la ‘Hazard Map’ que los residentes han creado. Pienso que (la ciudad) está al borde de ser como Gotham City», dijo el periodista independiente Takaaki Ishii en la red social X.
Oshii sostiene, entre otras cosas, que «el número de trabajadores de demolición kurdos ha ido aumentando en Doai, ciudad de Kawaguchi, desde aproximadamente el año pasado, y los residentes han tenido repetidamente problemas con el ruido, la conducción imprudente y la violación de las normas relativas a la eliminación de basura» (RI/AG/International Press)
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