“Las aguas del Sena han expuesto a los atletas olímpicos a un riesgo inesperado”, afirmó el Dr. Jonathan Finnoff, médico principal del Comité Olímpico de EE.UU., al compartir alarmantes cifras sobre los problemas de salud en los triatletas que compitieron en las aguas de este emblemático río durante los Juegos Olímpicos de París 2024.
Según los datos divulgados por Finnoff en el sitio especializado “MedPage Today”, el 10% de los deportistas que participaron en las pruebas de triatlón y natación en aguas abiertas desarrollaron gastroenteritis, en comparación con el 1-3% registrado en los Juegos de Río 2016 y Tokio 2020.
La preocupación sobre la calidad del agua del Sena se había debatido ampliamente antes de los Juegos, pero el reciente informe ha subrayado la magnitud del problema. A pesar de los esfuerzos de las autoridades parisinas, quienes invirtieron más de 2.430 millones de euros en proyectos de limpieza del río, incluyendo la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales, los atletas que nadaron en el Sena experimentaron vómitos y otros síntomas relacionados con infecciones gastrointestinales tras sus competiciones. Este escenario se vio agravado cuando el canadiense Tyler Mislawchuk fue captado vomitando en vivo durante la transmisión de la carrera.
Los reclamos no se hicieron esperar, y varios atletas alzaron sus voces contra los organizadores. El belga Marten Van Riel señaló que “si la salud de los atletas hubiera sido la prioridad, esta competencia se habría trasladado a otro lugar”. La campeona olímpica noruega, Kristian Blummenfelt, también fue crítica: “El agua estaba fuera de control, fue un juego de azar con la salud de los deportistas”.
En conclusión, aunque París ha apostado por recuperar la calidad del Sena para futuras actividades recreativas, incluyendo la creación de playas y la reapertura del río para el baño en 2025, las experiencias de los atletas olímpicos dejan un sabor amargo. La seguridad y la salud deben ser una prioridad, y las lecciones aprendidas en esta edición olímpica podrían ser clave para mejorar en el futuro. (RI/AG/International Press)