La industria de los salones de belleza en Japón está enfrentando una creciente ola de quiebras en 2024, alcanzando niveles históricos. Hasta agosto, se registraron 139 casos de salones que se declararon en quiebra con deudas superiores a los 10 millones de yenes.
Esta cifra es 1.5 veces mayor que la del mismo período en 2023 y supera con creces el récord de 166 quiebras anuales registrado en 2019. De mantenerse esta tendencia, se prevé que por primera vez el número de quiebras podría superar los 200 casos en un solo año.
Entre los factores que impulsan este aumento, destaca la creciente competencia entre los salones de belleza, producto de la continua apertura de nuevos establecimientos. A esta presión se suman los efectos del debilitamiento del yen y el aumento en los precios de los materiales esenciales para la industria, como el champú y otros productos de cuidado personal. Además, la dificultad para contratar estilistas y otros empleados ha incrementado los costos laborales, poniendo en jaque a muchos negocios.
Aunque numerosos salones han intentado contrarrestar el aumento de costos con incrementos en las tarifas de sus servicios, el 80% de los casos no han visto una mejora en sus márgenes de ganancia, según un estudio del Banco de Japón para el Financiamiento de Pequeñas Empresas.
Esto ha llevado a una situación donde muchos negocios se ven atrapados en un ciclo de ingresos insuficientes y costos descontrolados, lo que ha dejado a varios en una posición financiera inestable.
En cuanto al rendimiento financiero de los salones en 2023, el 40% de las empresas operaban con pérdidas. A esta problemática se suman cambios en las preferencias de los consumidores.
El aumento en los costos de vida ha provocado un cambio hacia la austeridad en los hogares japoneses, y las tendencias de peinados de las mujeres, ahora más inclinadas hacia cortes cortos y fáciles de mantener, han afectado la demanda de servicios de mayor costo como las permanentes.
Muchos salones han decidido no aumentar los precios para evitar perder clientela, pero esto ha dejado a muchas empresas incapaces de soportar los costos crecientes, lo que podría acelerar aún más el cierre de establecimientos en los próximos meses. (RI/AG/IP/)
