El Ministerio de Defensa de Japón informó el 30 de agosto que dos drones, presuntamente de origen chino, fueron detectados volando en las inmediaciones de la isla de Yonaguni, en la región más occidental de Japón.
Uno de los drones se dirigió desde el mar de China Oriental hacia el Pacífico, pasando entre Yonaguni y Taiwán, mientras que el otro siguió la ruta inversa, desde el Pacífico hacia el mar de China Oriental.
Ante esta situación, la Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón desplegó cazas desde su base en Naha, Okinawa, en respuesta a esta actividad aérea sospechosa, mediante una maniobra de emergencia conocida como “scramble”.
Este incidente ocurre apenas días después de que, el 26 de agosto, se confirmara por primera vez una violación del espacio aéreo japonés por parte de un avión militar chino en las aguas cercanas al archipiélago Danjo, en la prefectura de Nagasaki.
La creciente actividad militar de China en las cercanías del territorio japonés ha incrementado las tensiones en la región, lo que ha llevado a Tokio a reforzar su vigilancia aérea y marítima. (RI/NI/)
