El Dodgers Stadium en Los Ángeles fue escenario de un momento muy especial antes del partido entre los Los Angeles Dodgers y los Baltimore Orioles. En una jornada dedicada a Shohei Ohtani y su perro fiel Decopin, el público fue testigo de un entrañable lanzamiento inaugural que cautivó a todos los presentes.
Ohtani, quien fue titular como bateador designado en el primer turno, sorprendió a los fanáticos cuando emergió del dugout de tercera base con Decopin, su perro, vestido con la camiseta que llevaba el número 17, el mismo que usa el astro japonés.
Ohtani colocó a su mascota en el montículo y corrió hacia el plato mientras Decopin esperó la orden de su dueño hacer el lanzamiento inaugural canino. Tomó la bola con el hocico y fue a entregársela a Ohtani.
El público estalló en aplausos cuando Decopin completó su tarea y fue recompensado con una efusiva «high-five» de su dueño.
Este lanzamiento inaugural fue parte del «Ohtani Bobblehead Day», donde los primeros 40.000 fanáticos en llegar al estadio recibieron una figura a escala de Ohtani con su perro Decopin.
La respuesta de los fanáticos fue abrumadora, con algunos llegando al estadio desde las 7 de la mañana, a pesar de que el partido estaba programado para comenzar a las 19:10 horas. El estadio abrió sus puertas dos horas antes de lo habitual para manejar las multitudes.
La gran afluencia de personas también causó un caos en los alrededores del estadio. El gerente de los Dodgers, Dave Roberts, comentó entre risas que solo estaba feliz de haber logrado llegar al estadio, ya que el tráfico en las cercanías del Dodgers Stadium se convirtió en un desafío inesperado para todos, incluidos los jugadores y el personal del equipo.
El evento de lanzamiento inaugural con Decopin se convirtió en uno de los momentos más comentados del día, recordando a todos que el béisbol también puede tener sus momentos de ternura, incluso en medio de la competencia más intensa. (RI/AG/IP/)
