El breakdance femenino hizo su debut en los Juegos Olímpicos de París como disciplina oficial y la japonesa Ami Yuasa (25) se coronó como su primera campeona olímpica. AMI, como se le conoce, logró hoy una destacada victoria en la final celebrada en la emblemática Plaza de la Concordia.
AMI, quien ya había demostrado su dominio en el breakdance con dos títulos mundiales en 2019 y 2022, avanzó a la final tras superar sin problemas todas las etapas eliminatorias.
En la final, se enfrentó a la joven promesa lituana NICKA, de 17 años, en un emocionante duelo a tres rondas. La japonesa impresionó a los jueces y al público con su fluidez en los movimientos, combinando un impresionante juego de pies, rotaciones dinámicas y precisos «freezes».
La final fue un espectáculo vibrante, con AMI utilizando todo el espacio del escenario y recibiendo aplausos de los espectadores. En la última ronda, su capacidad para mezclar movimientos rápidos con rotaciones amplias le aseguró una victoria contundente con un marcador de 3-0, consolidando su lugar en la historia como la primera medallista de oro del breakdance olímpico.
«En la final, quise disfrutar y darlo todo», declaró la atleta. Aunque aún no asimilaba completamente su logro, AMI expresó su gratitud hacia su equipo y su familia: «Siento que fue gracias al apoyo de todos, desde las palabras de ánimo hasta la presencia de mi familia y el equipo de Japón».
El breakdance, que se originó en la cultura hip-hop de Nueva York en los años 70, destaca por su libertad de expresión y creatividad. En los Juegos Olímpicos, los competidores se enfrentan en duelos uno a uno, improvisando sus movimientos al ritmo de la música, mientras los jueces evalúan la técnica, diversidad, originalidad y musicalidad de sus actuaciones.
Este debut en París marca un hito para la disciplina que ha ganado reconocimiento global como un deporte que combina arte y mucha gimnasia. (RI/AG/International Press)