El Tribunal Superior de Tokio ha ratificado la decisión de primera instancia que rechazó la solicitud de ayuda pública (seikatsu hogo) presentada por Siaw Johnson Kwaku, un residente ghanés en Chiba. La resolución, emitida el martes 6, confirma que debido a los recursos limitados de la localidad, se puede priorizar a los ciudadanos japoneses en la asignación de esta asistencia social.
Kwaku, quien llegó a Japón en 2015 y desarrolló insuficiencia renal grave en 2019, solicitó el «seikatsu hogo» en 2021 después de que su estatus de residencia fuera cambiado a fines médicos. Su solicitud fue rechazada por el municipio de Chiba con el argumento de que su visado no le daba derecho a la misma asistencia que a los ciudadanos japoneses.
En diciembre de 2021, Kwaku había demandado al municipio de Chiba, argumentando que la normativa de 1954 del Ministerio de Salud de Japón permitía a los extranjeros recibir asistencia social. Sin embargo, el tribunal de Chiba desestimó su demanda, citando que no todos los extranjeros con estatus de residencia están cubiertos por esta normativa.
En 1990, se emitió una notificación que especificaba que solo los extranjeros con residencia permanente podían acceder a este tipo de ayuda, excluyendo a aquellos con residencia temporal para tratamiento médico, como el caso de Kwaku.
El juez Hidetaka Matsui, en la reciente resolución, dijo que es justificable dar prioridad a los ciudadanos japoneses sobre los extranjeros residentes, dada la limitación de recursos para el seikatsu hogo. Además, indicó que no existe una base legal para extender la Ley de Asistencia Social a ciertos extranjeros.
Kwaku, que depende de diálisis tres veces por semana, no puede regresar a Ghana debido a la falta de soporte médico adecuado. Después de la decisión de primera instancia en enero, ha seguido viviendo en Chiba con el apoyo de grupos de asistencia, pero su estado de salud sigue siendo precario.
El ghanés ha anunciado su intención de apelar a la Corte Suprema buscando una revisión final del caso. Su abogado, Satoshi Oikawa, criticó la decisión, señalando que el ghanés ha residido durante mucho tiempo en Japón y cuenta con seguro de salud nacional.
Hifumi Okunuki, profesora de la Universidad de Mujeres Showa, también ha cuestionado la política japonesa como excepcionalmente restrictiva y contradictoria con tratados internacionales que promueven la igualdad de trato entre ciudadanos y extranjeros residentes. (International Press)