En un sorprendente rescate, una mujer fue encontrada viva después de haber pasado 36 horas a la deriva en el mar, tras ser arrastrada por la corriente unos 80 km mientras nadaba en una playa de Shimoda, en la prefectura de Shizuoka. La mujer, de nacionalidad china y en sus 20 años, fue hallada flotando en el océano frente a la península de Boso, en la prefectura de Chiba. El hallazgo fue realizado por un barco de carga que navegaba por la zona, cuyo tripulante se lanzó al agua para rescatarla.
El incidente ocurrió el 8 de julio a las 7:30 p.m., cuando la mujer fue arrastrada por las corrientes mientras nadaba en la playa de Shirahama, en Shimoda. Fue rescatada el 10 de julio a las 7:48 a.m., a unos 11 kilómetros al sur-suroeste del faro de Nojimazaki en Minamiboso, Chiba. La Guardia Costera de Shimoda informó que la mujer fue encontrada aferrada a un flotador, y aunque presentaba signos de deshidratación, su estado de salud era estable y consciente al ser trasladada a un hospital en Yokohama.
El presidente de la Sociedad de Investigación de Accidentes Acuáticos, el profesor Takahiko Kimura de la Universidad Internacional de Medicina de Meiji, expresó su asombro por la supervivencia de la mujer durante tanto tiempo en el mar. «Sobrevivir 36 horas, incluyendo la noche, es realmente impresionante», comentó Kimura.
Las condiciones del agua también jugaron un papel crucial en su supervivencia. La temperatura del agua en la zona donde fue encontrada rondaba los 24°C, lo que, según Kimura, aún representa un riesgo significativo de hipotermia. «Aunque el agua estaba relativamente cálida, seguía siendo más fría que la temperatura corporal, lo que aumenta el riesgo de hipotermia. Es probable que la mujer haya sufrido una hipotermia leve, pero no lo suficiente como para perder la conciencia», explicó.
imura también hizo referencia a datos de la Guardia Costera de Estados Unidos, que indican que en temperaturas de agua entre 20 y 25°C, el tiempo antes de quedar inconsciente varía entre 2 y 12 horas. El hecho de que la mujer estuviera utilizando un flotador fue determinante para su supervivencia, ya que le permitió mantenerse a flote y minimizar la pérdida de calor corporal.
Sin embargo, el uso de un flotador también conlleva riesgos. Según Kimura, «los flotadores pueden hacer que las personas sean llevadas lejos de la costa por las corrientes y el viento, aumentando el peligro de ser arrastrados mar adentro». En situaciones como estas, Kimura recomienda aferrarse firmemente al flotador y llamar a gritos para pedir ayuda, en lugar de intentar nadar de regreso a la costa contra la corriente.
El profesor también señaló la importancia de la capacidad de flotar por cuenta propia en caso de perder el flotador. «Mantenerse a flote es crucial para la supervivencia en el agua. Si se pierde el flotador, es vital conservar la calma y flotar lo mejor posible hasta que llegue la ayuda», añadió.
Este incidente ocurrió antes de la apertura oficial de la temporada de playas, lo que resalta los peligros adicionales de nadar en playas no vigiladas. Kimura subrayó que durante la temporada oficial, las playas suelen contar con socorristas y sistemas de rescate, lo que aumenta significativamente las posibilidades de ser rescatado en caso de emergencia. (RI/International Press)