El 24 de junio, Keiko Koyanagi, una trabajadora de reparto de 66 años, encontró sin abrir una caja de comida que se había enviado dos días antes a la casa de un hombre en la ciudad de Izu, prefectura de Shizuoka.
Le pareció extraño que el paquete todavía estuviera allí y avisó a la policía.
La policía entró en la vivienda y descubrió que el hombre, un nonagenario, se había desmayado debido a un golpe de calor, entre otros problemas de salud.
Gracias a la intervención de Koyanagi, el anciano se salvó de morir.
Este mes la policía local entregó una carta de agradecimiento a la mujer por su buena acción, informa Mainichi Shimbun.
Koyanagi expresó su alegría por haber llamado a la policía.
Mientras tanto, el jefe de la policía local, tras hacer hincapié en que hay muchas personas mayores en la jurisdicción, mostró su gratitud por la oportunidad de crear conciencia sobre la importancia de las acciones cotidianas para cuidar a los ancianos.
La mujer trabaja para el servicio de entrega de alimentos Takuhaicook 123, que instruye a sus empleados para que se pongan en contacto con la policía si no pueden hallar a un cliente al que han realizado una entrega. (International Press)
