La empresa de servicios públicos Tokyo Gas organizó un seminario dirigido a ejecutivos y funcionarios de recursos humanos, todos varones, para que comprendieran mejor asuntos de salud de las mujeres.
El evento no se limitó a lo teórico.
A los asistentes se les adhirió, en el estómago, un dispositivo electrónico que enviaba impulsos eléctricos, revela la NHK.
Las señales eléctricas simulaban los cólicos menstruales para que los hombres tuvieran una idea más cercana de qué sienten las mujeres.
Los sorprendidos participantes hicieron muecas de dolor. «¡Eso duele!», dijo uno.
Akihiro Saito, uno de los trabajadores de Tokyo Gas, manifestó su deseo de crear un entorno laboral en el cual hombres y mujeres “puedan comprender y comunicarse mejor sobre asuntos de salud”.
Un sondeo realizado por la empresa a sus empleadas halló que más del 70 % había enfrentado dificultades en el trabajo relacionadas con problemas de salud exclusivamente femeninos. (International Press)
