El 30 de diciembre de 2019, Ikko Kita, un estilista japonés, llevó a una mujer de 20 años a su apartamento en Singapur en taxi y la violó.
El hombre grabó el crimen contra la joven singapurense, a la que no conocía y que estaba ebria, y fue detenido el mismo día.
El hombre de 38 años fue condenado el lunes por el Tribunal Superior de Singapur a 17,5 años de prisión y 20 golpes de vara, informa Kyodo.
El tribunal calificó de “brutal y cruel” el ataque e hizo hincapié en que Kita merecía una condena severa considerando las circunstancias en las que se produjo, cuando la víctima estaba ebria y era vulnerable.
Durante el juicio el japonés se declaró culpable.
Es la primera vez que un ciudadano japonés recibe un castigo físico en Singapur, donde delitos graves como violación, robo a mano armada y vandalismo se pueden castigar con azotes. (International Press)
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