El miércoles comienzan a circular los nuevos billetes de 10.000, 5.000 y 1.000 yenes en Japón.
Un dolor de cabeza para personas como Tomonori Oikawa, dueño de un local de ramen en Tokio, indica Jiji Press.
Oikawa gastó alrededor de 300.000 yenes (1.864 dólares) para reemplazar las piezas de las máquinas expendedoras para que acepten los nuevos billetes.
El hombre está considerando subir los precios de sus platos para cubrir el costo, pero teme que eso ahuyente a los clientes.
Oikawa se queja de que el gobierno de Japón no ha entregado ningún subsidio para ayudar a negocios como el suyo
“Asumir el coste total es económicamente difícil”, dice.
Algunos gobiernos locales, no obstante, están tendiéndole una mano a los negocios para adaptarse al cambio.
Por ejemplo, el municipio de Katsushika, en Tokio, otorgará a las pequeñas empresas subvenciones de hasta 300.000 yenes para cubrir la mitad del coste de la compra de máquinas expendedoras compatibles con los nuevos billetes. (International Press)