Un adolescente que murió a los 15 años de leucemia se convertirá en el primer santo milenario de la Iglesia católica. El papa Francisco ha confirmado dos «milagros póstumos» de Carlo Akutis, una condición hacia su santidad.
Hasta ahora, Francisco había canonizado a 912 personas, pero la fecha de nacimiento de la última persona que recibió ese reconocimiento data de 1926.
Carlo Akutis nació en Londres en 1991. Cuando era niño, se mudó a Milán con sus padres italianos.
Carlo ayudó a difundir las enseñanzas católicas romanas en Internet hasta su muerte por leucemia en 2006.
Antonia Salzano, la madre del joven, dijo que desde los tres años su hijo pedía siempre entrar a las iglesias por las que pasaban en Milán y donaba su dinero a los pobres de la ciudad.
Según ella, Carlo también apoyó a sus compañeros de clase cuyos padres se estaban divorciando, defendió a sus compañeros discapacitados cuando eran intimidados y llevó comida y sacos de dormir a mujeres sin hogar que no tenían dónde dormir.
Conocido por sus seguidores como «el influencer de Dios», Carlo aprendió a programar en la escuela primaria y luego utilizó sus habilidades para crear sitios web para organizaciones católicas. En particular, uno de ellos documentó milagros en todo el mundo.
En el catolicismo, es común rezar a los muertos y pedir que intercedan ante Dios, por ejemplo, pedir por la recuperación de una enfermedad. Si una persona se recupera repentinamente después de eso, el Vaticano puede clasificarlo como un milagro. Cuando al difunto se le atribuyen dos milagros aprobados por el Papa, puede ser canonizado y convertirse en santo.
Ayer, el Papa Francisco reconoció un segundo milagro a Carlo, haciendo al adolescente digno de canonización.
Según el Vaticano, el primer milagro fue con un niño brasileño de siete años que se curó de una rara enfermedad pancreática después de tocar una de las camisetas de Acutis. Un sacerdote también oró a Carlo en nombre del niño enfermo.
El segundo milagro ocurrió con una mujer costarricense que se recuperó de un accidente de bicicleta en Florencia en 2022.
Se trata de Valeria Valverde, de 21 años, que se sometió de emergencia a una operación en la cabeza para reducir la presión sobre su cerebro. La niña se encontraba en estado crítico. Seis días después, su madre fue a la tumba de Akutis en la ciudad de Asís para orar por la recuperación de su hija.
La iglesia dice que Valeria comenzó a respirar sin ventilador, a mover sus extremidades superiores y a hablar ese mismo día.
Diez días después, la mujer salió de la unidad de cuidados intensivos y una exploración mostró que la grave contusión cerebral había desaparecido. (RI/AG/)
