En una gran operación contra el lavado de dinero, la Policía de la Prefectura de Osaka arrestó hoy a 12 personas relacionadas con una empresa en Toyama. Los detenidos, acusados de violar la Ley Contra la Delincuencia Organizada, presuntamente utilizaron cuentas bancarias corporativas de compañías ficticias para lavar al menos 600.000 millones de yenes, unos 4,4 mil millones de dólares.
La policía allanó seis ubicaciones, incluidas las oficinas de la empresa involucrada, y se llevaron cajas de documentos como parte de la investigación. Según las autoridades, los sospechosos crearon alrededor de 500 compañías ficticias y gestionaron aproximadamente 4.000 cuentas bancarias. Las acciones ilegales eran dirigidas por Ryohei Fujii, un ejecutivo de la empresa «Rivaton» en Toyama, quien se autodenominaba proveedor de «servicios de cobranza» o cobrador de deudas.
El grupo estableció numerosas compañías ficticias con personas reclutadas a través de redes sociales como representantes. Estas empresas se utilizaron para abrir cuentas bancarias en las que se depositaban fondos obtenidos ilícitamente. Los sospechosos administraban estas cuentas para transferir y blanquear dinero, a pesar de conocer su origen delictivo.
Las autoridades creen que el grupo estaba vinculado con una organización criminal conocida como «Tokuryu», un grupo de crimen anónimo y móvil, que cometía delitos como robos y luego solicitaba servicios de lavado de dinero al grupo de Fujii.
DETALLES DE LOS DELITOS
Entre noviembre de 2021 y junio de 2023, Fujii y sus cómplices abrieron cuentas bancarias utilizando nombres de compañías registradas fraudulentamente. Se sospecha que lavaron aproximadamente 559 millones de yenes (unos 4.4 millones de dólares), incluyendo 2,1 millones de yenes (unos 15.300 dólares) provenientes de actividades fraudulentas.
La policía japonesa continúa analizando los documentos confiscados para rastrear el flujo del dinero. Además de los arrestados, se cree que más de 30 personas pueden estar involucradas en el caso, y las autoridades están trabajando para localizar a estos individuos.
Esta operación destaca la complejidad y el alcance de las redes de lavado de dinero, así como el uso de tecnologías modernas y redes sociales para facilitar actividades criminales en Japón. La investigación sigue en curso, y se espera que surjan más detalles a medida que las autoridades profundicen en el caso. (RI/NI/)