El fin del periodo vacacional de Golden Week genera miedo en muchos niños en Japón que no quieren volver a clases.
En el año académico 2022, alrededor de 300.000 estudiantes de primaria y secundaria faltaron a la escuela durante largos periodos.
La cifra, 50.000 más que el año previo, fue un máximo histórico.
Si bien muchos podrían pensar en el ijime como una de las principales causas del absentismo, según el Ministerio de Educación la mayor razón es la falta de motivación o ansiedad (el 51,8 % de los casos).
El bullying representó solo el 0,2 %.
El sitio News On Japan relata la historia de una niña de sexto grado que se negó a asistir a clases durante alrededor de dos meses cuando estaba en cuarto grado en un colegio en Tokio.
La menor comenzó a faltar a la escuela debido a los ataques verbales de un compañero de clase. Luego otros niños se sumaron al agresor.
La escuela, a través de consejeros, intentó ayudarla, pero la niña, asustada, era reacia a volver a las aulas.
La situación comenzó a revertirse cuando su mamá descubrió una organización llamada Sudachi, que ayuda a los estudiantes a regresar a la escuela en un plazo de tres semanas.
Clave en ello es la participación de los padres.
Sudachi se centra en la familia, no en la escuela.
Su propuesta consiste en limitar el uso de dispositivos digitales en casa y fomentar las actividades familiares.
¿Qué origina esto? Una mejor comunicación y un fortalecimiento de las relaciones entre padres e hijos.
Las medidas funcionaron con la niña, que hoy asiste con normalidad a la escuela, a la que ha aprendido a ver con otros ojos y valorar más. (International Press)
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