Seis profesores de escuelas de primaria y secundaria públicas en la ciudad de Tenri, prefectura de Nara, renunciaron en el año fiscal 2023 por causas relacionadas con la tarea de lidiar con las quejas de los padres.
Otros ocho están de licencia por lo mismo.
Una encuesta realizada a maestros y personal de las escuelas el otoño pasado reveló que alrededor del 80 % de los 120 encuestados se sentía agobiado por tratar con los padres.
Esta situación ha llevado al municipio de Tenri a crear en abril el Centro de Consulta y Apoyo para Padres con el fin de atender las quejas y solicitudes de los padres, informa Asahi Shimbun.
15 personas, entre ellas exdirectores de escuelas, forman parte del nuevo ente, que funciona con la colaboración de psicólogos y funcionarios educativos de la ciudad.
La idea es que los maestros ya no tengan que atender las quejas de los padres, liberando tiempo para que lo dediquen a sus estudiantes y la preparación de clases.
El centro, destaca el municipio, es un mediador que ayuda a los padres y las escuelas a resolver problemas antes de que empeoren.
Un sondeo realizado a profesores de Tenri en octubre pasado puso en evidencia que hay quejas y demandas de los padres que son “demasiado exigentes, emocionalmente desgastantes o simplemente irrazonables”, dificultando el trabajo de los docentes.
Algunos casos:
Una persona aparecía casi todos los días en una escuela para gritar quejas contra un maestro que le había enseñado a su hijo en el año fiscal anterior.
Un padre exigió que un profesor acompañara a su hijo a casa todos los días.
Una pareja llamó enfadada a un profesor a su casa para quejarse de que por causa del estrés de la escuela, su hijo había hecho un agujero en una pared con una patada.
El alcalde de Tenri, Ken Namikawa, defendió la iniciativa durante una conferencia de prensa.
“Los profesores ya no tratarán con padres enojados. Ese no es su trabajo”, dijo.
Namikawa aseguró que el centro también será mejor para los padres.
En diciembre, el organismo realizó una prueba con buenos resultados.
En una escuela surgió una disputa entre dos padres cuyos hijos habían peleado.
Cada una de las partes decía que su hijo había sido víctima. Ante las dos versiones contradictorias, los maestros no sabían cómo actuar.
Gracias a la ayuda de psicólogos, el centro pudo solucionar el problema.
A algunos, sin embargo, les preocupa que el centro cree una barrera entre padres y maestros, haciendo más difícil que aquellos hagan oír su voz.
El municipio replica que el centro no buscar erigir un muro entre padres y escuelas, sino “conectarlos de una nueva manera”.
Si bien autoridades educativas de otras ciudades de Japón, como Tokio, han establecido grupos formado por abogados y otros expertos que proporcionan a las escuelas asesoramiento para resolver disputas con los padres, Tenri ha sido más allá al tercerizar la labor de tratar con los padres, señala Asahi. (International Press)
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