La moneda japonesa cayó al nivel de los 153 yenes frente al dólar en New York por primera vez desde 1990, debido el fuerte crecimiento del Índice de Precios al Consumidor en Estados Unidos. Con esto creció la posibilidad de una intervención de Japón en el mercado cambiario.
El viceministro de Finanzas para Asuntos Internacionales, Masato Kanda, dijo hoy que los recientes movimientos del yen han sido «rápidos» y que las autoridades «responderán apropiadamente a medidas excesivas, sin descartar ninguna opción». A mediodía de hoy, el dólar se situó en Tokio en compra-venta a 152,83-84 yenes.
La última caída del yen se produce después de que el tan esperado Índice de Precios al Consumidor de Estados Unidos para marzo mostrara un aumento interanual del 3,5%, tras un sólido informe de empleo el viernes. Los economistas esperaban un aumento del 3,4%.
A medida que más señales apuntan a una economía estadounidense fuerte, las expectativas del mercado de que la Reserva Federal comience a recortar las tasas de interés en junio están disminuyendo.
La resiliencia económica de Estados Unidos y la gran brecha de rendimiento que Japón tiene con Estados Unidos y otras economías avanzadas están actuando en contra del yen a pesar del aumento de tasas del Banco de Japón (BOJ) el mes pasado.
El Ministro de Finanzas japonés, Shunichi Suzuki, y otros funcionarios monetarios han hablado repetidamente de la moneda, diciendo que están listos para tomar las medidas necesarias para detener la caída del yen.
En 2022, el Ministerio de Finanzas compró 9,2 billones de yenes, vendiendo dólares, cuando la moneda japonesa se acercaba a los 152. (RI/NI/IP/)
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