Una enfermera que trabajaba en el Hospital Universitario Juntendo en Tokio murió en su casa en octubre de 2013. Tenía solo 25 años.
De acuerdo con los padres de la joven, su corazón se detuvo después de sufrir una arritmia provocada por el exceso de trabajo.
Debido a ello, buscaron que se reconociera que la muerte de su hija tenía relación con su empleo en el hospital.
El gobierno de Japón rechazó la petición de los padres y estos acudieron al Tribunal de Distrito de Tokio.
Este mes, el mencionado tribunal desestimó la demanda de los progenitores de la enfermera, informa Mainichi Shimbun.
Su muerte no fue causada por el exceso de trabajo pues sus horas extras más largas no llegaban a las 45 horas al mes, según el fallo.
Sin embargo, el tribunal reconoció que la mujer fue blanco de acoso y abuso por parte de un médico en el hospital.
El médico, de acuerdo con testimonios de personas que trabajaban en el hospital, le decia a la enfermera cosas como “¿Por qué no te mueres?” cuando se equivocaba y la pateaba.
No era la única víctima del médico, que también gritaba y pateaba a otras enfermeras.
El abogado de los padres dijo que si bien los maltratos de los médicos a las enfermeras es un “problema común en el campo médico, no debería suceder en un hospital conocido”.
La mujer empezó a trabajar en el hospital en 2009 y estaba asignada a un equipo de cirugía cardíaca pediátrica. (International Press)