El número de casos de ijime o bullying que involucraron a escolares en Japón y que llevaron a que la policía investigara a personas llegó a 292 en 2023, un fuerte aumento con respecto al año anterior y el nivel más alto en 10 años, según datos de la policía citados por Kyodo.
El total de casos entre estudiantes de escuelas primarias, secundarias y koko aumentó en 116 respecto al año anterior, después de que el Ministerio de Educación solicitara el año pasado que las escuelas trabajaran más estrechamente con la policía en incidentes relacionados con el acoso.
El número de estudiantes entre 14 y 19 años, sospechosas de consumir marihuana y violar leyes relacionadas también aumentó a un récord de 1.222 en 2023, unas 310 más que el año anterior, dijo la Agencia Nacional de Policía.
La agencia planea centrarse en difundir información sobre los peligros de las drogas entre los estudiantes de primer año de secundaria, ya que el número de infractores tiende a aumentar en grupos de 16 años o más.
De los 292 casos de ijime, la agresión fue el más común con 102, seguida de 60 que involucraron daños corporales y 46 que involucraron presuntas violaciones de la Ley de prostitución y pornografía infantil.
De un total de 404 personas investigadas penalmente o puestas bajo custodia de tutores, 125 eran estudiantes de escuela primaria, 189 de escuelas secundarias y 90 del koko o secundaria superior.
En febrero de 2023, el Ministerio de Educación especificó 19 ejemplos de acoso malicioso que podrían justificar una intervención policial e incluyó una lista de delitos a los que podrían incluirse esos casos, incluida la agresión a un compañero de clase como broma. (RI/AG/)
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