El miércoles, un tribunal ordenó al Estado entregar el cabello y los restos cremados del ejecutado fundador de la antigua secta Aum Shinrikyo, Shoko Asahara, a su segunda hija.
En julio de 2021, la Corte Suprema dictaminó que ella tenía derecho a reclamar los restos de Asahara, cuyo verdadero nombre era Chizuo Matsumoto.
A pesar de esta decisión, el Estado no realizó la entrega y la hija presentó una demanda obteniendo un fallo favorable por parte del Tribunal de Distrito de Tokio.
Durante el juicio, el Estado había instado a rechazar la solicitud de la hija de que se le entregaran los restos, argumentando que podrían convertirse en objetos de culto para los seguidores de los grupos sucesores de Aum Shinrikyo, incluido uno conocido como Aleph.
La hija, por su parte, afirmó que sería «imposible» para ella entregar los restos a otras personas, diciendo «como su hija, solo quiero honrar y llorar en silencio».
Las cenizas de Asahara han estado almacenadas en el Centro de Detención de Tokio desde que fue ahorcado en julio de 2018, junto con otros 12 miembros de la secta apocalíptica Aum Shinrikyo por crímenes como el ataque con gas sarín en 1995 en el metro de Tokio que dejó 13 muertos y más de 6.000 heridos. (International Press)
