La semana pasada, Hazel Ann Baguisa Morales, una mujer filipina de 30 años, fue arrestada con relación al hallazgo de los cuerpos de una pareja de japoneses que vivía en una casa en el distrito de Adachi, Tokio.
Los cuerpos de Norihiro Takahashi (55) y su esposa Kimie (52), envueltos cada uno en sábanas, fueron encontrados el jueves debajo del piso de la vivienda.
Morales había sido pareja del hijo mayor de los difuntos y le debe dinero, revela el sitio News On Japan.
Tiempo atrás, el hijo había acudido a la policía de Tokio para reportar que le había prestado varios cientos de miles de yenes a la filipina y que esta no se los había devuelto.
Los Takahashi llevaban dos días desaparecidos cuando se encontraron sus cadáveres.
La policía detectó manchas de sangre limpiadas en varios lugares dentro de la casa y encontró un cuchillo ensangrentado.
Además, entre la basura de la filipina se halló un zapato manchado de sangre que pertenecería a la madre de su exnovio.
La pareja fue acuchillada en el pecho.
La filipina no habría actuado sola. Una cámara de seguridad en la zona captó a la mujer con un individuo deshaciéndose de ropa manchada de sangre.
Las profundas heridas en el cuerpo de Takahashi, que llegaron al corazón y exigían cierto nivel de fuerza, y la dificultad que entraña matar a dos personas, indicarían que la mujer tuvo un cómplice, probablemente un hombre.
Morales se ha declarado inocente. El día en que se cometieron los crímenes “estaba ayudando a un amigo a buscar una casa”, dijo.
La mujer vive desde varios años en Japón y trabajaba como asistente de enfermería en un hospital de la prefectura de Saitama. (International Press)
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