13 de enero, Día Mundial de Lucha Contra la Depresión, por María Kobayashi*

 

María Kobayashi

El 13 de enero conmemoramos el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, el objetivo de esta fecha es poder sensibilizar, concientizar, orientar y prevenir el aumento acelerado de este padecimiento. La depresión es un trastorno mental bastante común que hace referencia a un cambio en el estado de ánimo y/o pérdida de placer por aquellas actividades que antes resultaban placenteras (anhedonia), este cambio puede causar dificultades en todos los aspectos de la vida, incluida la relación familiar, laboral, académica y social.


Me gustaría mucho que a través de estas líneas podamos comprender que la depresión es una enfermedad que existe y que afecta aproximadamente a 300 millones de personas en el mundo según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), constituye también un problema importante de salud pública ya que es la primera causa de discapacidad en la población mundial.

Post pandemia hemos visto un incremento del 25 por ciento en los casos de depresión y ansiedad en relación con años anteriores, las mujeres siguen siendo estadísticamente el grupo con mayor incidencia.

EL PERFIL DE LA DEPRESIÓN


En mi experiencia escucho con frecuencia decir a las personas que padecen de depresión que se sienten sin energía o “怠い/だるい/darui” en japonés, otros síntomas que encontramos con frecuencia son: Melancolía, sensación de vacío, baja autoestima, problemas para pensar con claridad y/o falta de concentración, falta de apetito o comer en exceso, insomnio o dormir demasiado, desesperanza, sentimientos de culpa y angustia por el pasado, aislamiento, estrés crónico, anhedonia, irritabilidad e ideaciones suicidas, entre otros.

Sin temor a equivocarme me atrevo a decir que muchos hemos experimentado algún episodio de profunda tristeza a lo largo de la vida sin que esto llegue a ser una depresión, sin embargo, este término se utiliza muchas veces indiscriminadamente para expresar tristeza.

Las causas de la depresión son multifactoriales, genética, cognitiva y ambiental. Por dar un ejemplo, si alguno de tus padres sufre de ansiedad o depresión hay mayores posibilidades de padecerla…

Aprovecho la oportunidad para remarcar que las personas que padecen de depresión experimentan un estado de ánimo deprimido la mayor parte del día con una duración de al menos dos semanas. En este sentido, lo recomendable es buscar ayuda profesional lo más pronto posible.


Las causas de la depresión son multifactoriales, genética, cognitiva y ambiental. Por dar un ejemplo, si alguno de tus padres sufre de ansiedad o depresión hay mayores posibilidades de padecerla, sí a esto le sumamos algún trauma, pérdida, enfermedad, pensamientos negativos o de culpa o sufres de ansiedad, podemos decir que la suma de alguno de estos factores o eventos podrían desencadenar una depresión en el individuo.

«UNA ENFERMEDAD REAL»


He podido observar también que la familia y amigos juegan un papel fundamental, suelen ser muy empáticos e intentan ayudar lo más que pueden, infortunadamente, algunas veces al ver que todos sus esfuerzos no tienen la respuesta esperada terminan frustrándose y estigmatizando a estas personas de “flojas” o que “simplemente no quieren sentirse mejor porque no se esfuerzan”; amigos, entendamos que la depresión es una enfermedad real como lo es un proceso viral o la diabetes y que se necesita un abordaje profesional, psiquiátrico y psicológico.

En la actualidad las personas nos exigimos demasiado, ya sea perfección (no saben limpiar bien o como yo lo haría), aceptación (todos me deben querer), y comodidad (la vida debe ser más sencilla), además se observa, alarmantemente en las nuevas generaciones, una baja tolerancia a la frustración (BTF) y la idea de que si las cosas no salen como “deberían” es terrible.

Tener estas ideas irracionales nos predispone a vivir estresados continuamente y ya sabemos que el estrés crónico pude ser un desencadenante para el trastorno de ansiedad y/o depresión, por ello, pienso que antes de optar por la medicación sería recomendable tratar la depresión con terapia cognitiva conductual o racional emotiva conductual, ya que está comprobado científicamente que estas tienen una gran tasa de eficacia para estos padecimientos.

En otros países este trabajo es multidisciplinar y se coordina por interno entre psiquiatras y psicólogos, infortunadamente en Japón en este momento es difícil encontrar este tipo de atención…

Ciertamente este concepto no aplica para todos, puesto que algunas personas necesitan el abordaje farmacológico para estabilizarse y poder pensar con claridad, luego se puede trabajar la parte racional emotiva conductual para que puedan entender lo que les pasa, modificar pensamientos, asimilar nuevos conceptos para mejorar emociones y conductas con el fin de conseguir superar la depresión y disfrutar de la vida plenamente.

Es recomendable mantener informado a su médico/psiquiatra sobre los avances en la terapia para paulatinamente dejar la medicación. En otros países este trabajo es multidisciplinar y se coordina por interno entre psiquiatras y psicólogos, infortunadamente en Japón en este momento es difícil encontrar este tipo de atención, por ello, como mencione líneas arriba, mantengan informado a su psiquiatra de los avances o mejoras que van registrando.

LA IMPORTANCIA DEL SUEÑO

Algo que no puedo dejar de mencionar, es la importancia de cuidar las horas de sueño, escucho con preocupación, cada vez más, que muchas personas han normalizado el dormir de 4 a 5 horas diarias, esto realmente tiene una gran repercusión en la salud física, mental y emocional de las personas. Cuando dormimos 8 horas y pasamos por todas las fases del sueño nuestro cuerpo se “repara”, seamos conscientes de lo fundamental e importante que es dormir para mantener una buena salud integral.

Cuidado con los adolescentes y niños que se quedan hasta altas horas de la noche en sus dispositivos electrónicos, la depresión muchas veces comienza en edades tempranas, es difícil de detectar en ellos porque a diferencia del adulto, se suele presentar más que con tristeza con comportamientos disruptivos (portarse mal) o suelen estar muy irritables ante situaciones que no lo ameritan o la reacción es desproporcional al hecho en sí.

También nos puede ayudar y lo considero muy importante observar el lenguaje no verbal, es decir, por ejemplo, cuando llegan tus hijos a casa y les preguntas, ¿Cómo estás? – Bien, responden, pero observas un rostro triste, hombros hacia adelante y mirada al piso, estos son indicativos que algo no marcha bien y debemos prestar la atención y dar los cuidados necesarios.

Entre los factores de protección podemos mencionar tener relaciones estrechas con la familia, al menos con un integrante de ella, buenas relaciones sociales con los amigos, sentido del humor, la religión, hacer deporte, comer saludable y dormir ocho horas diarias.

Si te sientes identificado/a con esta columna no dudes en buscar ayuda profesional, existen excelentes tratamientos que pueden ayudarte a sentirte mejor y disfrutar de una vida plena y saludable.

(*) María Kobayashi
Lic. Psicología
C.PS.P.: 53333
Psicoterapeuta Gestalt
Posgrado en Terapia Racional Emotiva Conductual
Contacto:
E-mail: primeroyo2578@gmail.com
Facebook: www.facebook.com/maria.kobayashi.524

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