La Iglesia de la Unificación anunció el martes su intención de hacer un depósito de 10 mil millones de yenes (66 millones de dólares) como fondo para compensar a exmiembros de la organización religiosa que sufrieron como consecuencia de las millonarias donaciones que realizaron.
El fondo sería gestionado por el gobierno de Japón y la Iglesia le ha pedido que cree un sistema para facilitar el depósito.
Los partidos de oposición creen que el gobierno no debe aceptar el dinero, informa Yomiuri Shimbun.
El gobierno va a analizar la propuesta, pero parece difícil que esta obtenga luz verde.
“Tenemos que realizar una evaluación jurídica para ver si tal cosa es posible”, dijo el ministro de Educación y Cultura, Masahito Moriyama.
En la misma línea, otro funcionario gubernamental manifestó que para aceptar el dinero se requeriría una revisión de las leyes.
“Es poco probable que sea factible”, señaló. (International Press)
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