Los padres de un niño de 9 años han entablado una demanda contra el municipio de Miyawaka y el gobierno de la prefectura de Fukuoka, a los que solicita una compensación de 1,65 millones de yenes (11.000 dólares) en daños y perjuicios.
El problema se remonta a 2021, cuando el niño entró a primer grado de primaria en una escuela municipal de Miyawaka, precisa Mainichi Shimbun.
La profesora a cargo de su aula no le permitía al menor comer el íntegro de sus almuerzos escolares como sanción por no hacer los deberes, entre otras razones.
El pequeño solo podía comer dos porciones de arroz con palillos, tres cucharadas de sopa y un bocado de hamburguesa o pescado.
Para los padres, reducir el volumen de comida fue un castigo físico.
La maestra, además, le decía al niño que debía estar agradecido por poder comer incluso un poco y lo reprendía delante de sus compañeros, diciéndole cosas como “deberías irte (del salón de clases)” o lo menospreciaba con frases como “este niño todavía está en el kínder”.
Allí no queda la cosa, según la demanda.
En diciembre de 2021, la profesora pidió a la madre que el niño se sometiera a una prueba de inteligencia porque -aseguró- en una reunión del personal se había concluido que tenía que asistir a una escuela para personas con necesidades especiales desde segundo grado.
El niño se hizo la prueba y no se detectó ninguna anomalía.
La mujer, según los padres, abusó de su posición y autoridad de maestra para socavar la dignidad del niño. También mintió cuando dijo que la decisión de que se evaluara su nivel de inteligencia había nacido de una reunión del personal de la escuela.
La madre del pequeño expresó su deseo de que la ciudad y la prefectura creen un ambiente donde los niños puedan ir a la escuela “felices y seguros”.
Asimismo, espera que la profesora no siga enseñando. (International Press)