Entre noviembre de 2018 y junio de 2023, la agencia de empleos Emuzu envió a alrededor de 200 extranjeros a trabajar a la sucursal de la empresa Fukuyama Transporting en la prefectura de Saitama (lo que se tradujo en ingresos de unos 120 millones de yenes o 803.000 dólares).
Uno de esos extranjeros era un aprendiz camboyano de 33 años que había huido del trabajo donde recibía capacitación y figuraba como desaparecido por las autoridades niponas.
Por este caso la policía de Tokio arrestó al jefe de Emuzu y otras dos personas por violar la ley de control de inmigración, informa Mainichi Shimbun.
Como parte de su investigación, la policía realizó una inspección in situ en los centros de reparto de Fukuyama Transporting y otros lugares afines.
Allí descubrió que 22 camboyanos enviados por Emuzu trabajaban de manera ilegal.
¿Sabía Fukuyama Transporting que los camboyanos no tenían permiso para trabajar? La policía continúa investigando. (International Press)