El 26 de agosto, un bebé de diez meses murió después de estar alrededor de dos horas y media encerrado en el coche de sus padres, aparcado en el estacionamiento de una tienda en la ciudad de Kitakyushu.
Los padres dejaron al pequeño durmiendo y se metieron a la tienda para hacer compras por separado.
Cuando regresaron, el bebé estaba inconsciente. Fue llevado a un hospital, donde murió.
La policía realizó un experimento en el que reprodujo las condiciones de encierro y descubrió que la temperatura dentro del vehículo habría alcanzado los 50 grados, informa Mainichi Shimbun.
La prueba se llevó a cabo en el mismo coche donde estuvo el bebé.
A las 10 de la mañana, la misma hora en la que los padres dejaron a su hijo, los policías apagaron el motor y cerraron las ventanas.
Dos horas y media después, la temperatura dentro del vehículo aumentó a 50 grados.
Los padres podrían ser acusados por negligencia causante de muerte.
Ambos declararon a la policía que creían que el otro había regresado al coche para recoger al niño. (International Press)