El 6 de agosto se cumplieron 78 años de la caída de la bomba atómica sobre Hiroshima.
Japón recordó la tragedia con invocaciones a la paz.
Dos de los embajadores de la paz son Shun Sasaki, un niño de 10 años que estudia en cuarto grado de primaria, y Yamato Fujimoto, de 8, de tercer grado, informa Jiji Press.
Ambos se desempeñan como guías voluntarios en el Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima.
Shun y Yamato se comunican con los turistas extranjeros en un inglés fluido.
“La guerra nunca debe repetirse. Queremos que la gente difunda esto por todo el mundo”, dicen los niños.
Los pequeños no esperan que los turistas se les acerquen. Ellos toman la iniciativa.
Se aproximan, por ejemplo, a extranjeros que están mirando el domo de la bomba atómica y les preguntan en inglés si disponen de tiempo para una breve interacción.
Shun y Yamato les muestran una foto de la cúpula antes de que la bomba cayera sobre la ciudad y explican la historia a los visitantes. (International Press)