En 2019, un hombre en la veintena se convirtió en empleado de una agencia de seguros en Tokio.
Durante una entrevista, le contó a su jefe que era gay y que prefería que no revelara a los demás trabajadores su orientación sexual, que él mismo quería hacerlo cuando lo considerara oportuno.
Sin embargo, su jefe se lo dijo inmediatamente a una empleada sin el consentimiento del aludido.
El joven se enteró de que lo habían sacado del clóset por boca de su propio jefe, quien se justificó diciendo que a aquel le daría mucha vergüenza decirle a los demás que era gay y que, además, solo se lo había dicho a una persona.
La mujer que sabía que el hombre era gay comenzó a ignorarlo y este decidió -en un ambiente hostil- renunciar al trabajo.
El joven, sin embargo, no dejó las cosas así. Con apoyo de una organización con sede en Tokio llamada Posse, logró, primero, que la empresa para la cual trabajaba le ofreciera disculpas en 2020. Ambas partes llegaron a un acuerdo.
En marzo de 2022, consiguieron que una oficina laboral de Tokio lo considerara elegible para una compensación por lesiones relacionadas con el trabajo, revela Kyodo.
El anuncio fue hecho el lunes durante una conferencia de prensa, en la que se destacó que este caso sería el primero de su tipo en Japón.
La organización Posse hizo hincapié en que la oficina laboral de Tokio reconoció que la revelación de la homosexualidad del hombre constituyó un abuso de poder y tuvo un profundo impacto psicológico en él.
El hombre, por su parte, dijo que su caso demuestra que destapar la orientación sexual de una persona sin su permiso es una violación de los derechos humanos.
El joven confesó que había considerado el suicidio.
Su caso tuvo un final positivo, a diferencia de lo que ocurrió en 2015, recuerda Kyodo, cuando un estudiante de posgrado de la Universidad de Hitotsubashi murió tras arrojarse de un edificio después de que la persona que le gustaba reveló a otros alumnos su orientación sexual. (International Press)