El 2 de mayo de 2022, unos ladrones robaron 41 relojes Rolex de lujo por un valor aproximado de 69 millones de yenes (476 mil dólares) en una tienda en Kioto.
En julio de ese año, la policía de Kioto arrestó a cuatro personas por su relación con el crimen, entre ellas dos que estuvieron en el sitio.
Ante la magnitud del delito, que trascendía el ámbito local, la policía de Tokio se unió a la investigación de su par de Kioto.
Más de diez personas fueron arrestadas, entre ellas gente que transportó los relojes y los vendió.
La policía descubrió que una de esas personas, un hombre de 22 años llamado Yuki Miyazawa, seguía las instrucciones de un tal Luffy a través de Telegram.
Miyazawa transfirió alrededor de un millón de yenes (6.900 dólares) a la cuenta bancaria de Luffy entre el 11 y el 13 de mayo de 2022.
Casi todo ese dinero fue retirado de varios cajeros automáticos, uno de los cuales está cerca de un centro de detención de inmigrantes en Filipinas.
La policía descubrió que Luffy estaba detenido en ese lugar y que detrás del alias se escondía un japonés de 39 años llamado Kiyoto Imamura.
Su nombre estaba en la tarjeta utilizada para retirar la plata.
El japonés fue deportado de Filipinas en febrero y arrestado en Japón no por el robo en Kioto, sino por un caso de estafa.
El jueves, la policía emitió una nueva orden de arresto contra Imamura, esta vez por el robo de los relojes, informa Yomiuri Shimbun.
Imamura es sindicado como el autor intelectual, desde Filipinas, de una serie de asaltos en Japón (más de 50) en 14 prefecturas japonesas desde 2021. En uno de ellos, en enero de 2023, una mujer de 90 años fue asesinada en su casa en Tokio.
El arresto del jueves es el primero que se emite contra Luffy por ordenar los robos.
Al menos 60 personas han sido arrestadas por la ola de asaltos. (International Press)
