Un niño fue víctima de ijime en una escuela de primaria en Tokio durante alrededor de diez meses, pero la institución educativa, pese a que el chico se quejó varias veces del bullying, no supo protegerlo.
Finalmente, el menor tuvo que cambiar de colegio, revela Mainichi Shimbun.
El ijime comenzó en junio de 2022. Un compañero de clase del entonces alumno de quinto grado de la escuela de primaria Oizumi alejaba su escritorio del suyo y le decía “eres sucio”. Cuando el chico quería sentarse en su silla, la apartaba.
En julio, el niño comunicó a través de un cuestionario sobre su experiencia escolar que era blanco de ijime.
En dos cuestionarios posteriores, en octubre y diciembre, el menor dijo que el bullying continuaba y mencionó el nombre del agresor.
En diciembre escribió: “Fue doloroso que me dijeran: ‘Eres sucio”.
En realidad, su tutor de aula ya sabía del ijime porque fue testigo, en junio, de un acto de acoso contra el niño.
El profesor le pidió al acosador que se disculpara, este lo hizo y con eso el maestro dio el caso por resuelto.
Más adelante, fue testigo de más actos de acoso contra el menor, pero los minimizó considerándolos como “problemas entre niños”.
El tutor decidió comunicar el acoso al subdirector de la escuela recién en diciembre, cuando a través del cuestionario escolar el niño contó que el ijime continuaba.
Sin embargo, el bullying no paró porque la escuela no hizo nada.
En febrero de 2023, el estudiante escribió en otro cuestionario que lo habían insultado. El tutor volvió a restarle importancia al asunto y le dijo al subdirector que la situación estaba mejorando.
El subdirector concluyó entonces que el caso estaba resuelto.
En abril, el niño, incapaz de aguantar más, dejó la escuela.
Fue entonces que el director del colegio se enteró del caso de bullying. Nadie le había informado nada.
Recién el 31 de mayo, la Universidad Gakugei de Tokio, operadora de la escuela, denunció el caso como “grave” -de acuerdo con la ley contra el ijime- ante el Ministerio de Educación.
Una comisión independiente investigará los hechos.
El profesor falló al dar por resuelto el caso cuando el acosador se disculpó.
El Ministerio de Educación establece que un caso solo se cierra cuando se ha verificado la inexistencia de ijime durante tres meses consecutivos.
Volviendo a la víctima, aún no ha conseguido recuperarse. En su nueva escuela asistió a clases durante varios días, pero la mayor parte del tiempo se encerraba en el baño. Luego se ausentó durante más de un mes. (International Press)
