Cuando una persona se suicida en Japón, la policía determina la causa analizando la nota de suicidio (si dejó una) y recogiendo declaraciones de sus parientes.
En 2022, el gobierno decidió añadir como causa de suicidio las dificultades para pagar los préstamos estudiantiles.
Así las cosas, la policía concluyó que seis hombres (en la veintena y treintena) y cuatro mujeres (adolescentes y en la veintena y la cuarentena) se habían quitado la vida por esa razón, informa Asahi Shimbun.
La cifra real, según una organización llamada Proyecto de cancelación de préstamos estudiantiles, sería mucho mayor. Muchas más personas deben haberse suicidado debido a que no podían pagar los préstamos estudiantiles.
Alrededor del 30 % de los aproximadamente 2.700 personas que encuestó el año pasado dijeron que en algún momento se habían retrasado en el pago de los préstamos que habían tomado.
Por lo general, las personas pagan los préstamos entre 12 y 20 años después de graduarse. La deuda puede alcanzar los 10 millones de yenes (70.500 dólares).
La organización advierte que la gente que no puede pagar sus préstamos suele tener bajos ingresos y sentirse acorralada, sin perspectivas de futuro.
En lugar de declararse en bancarrota personal, muchos consideran el suicidio porque temen que sus garantes (familiares, por ejemplo) tengan que pagar la deuda.
Masayuki Kobayashi, profesor de educación en la Universidad J. F. Oberlin de Tokio, señala que si bien el gobierno está comenzado a tomar medidas sobre los préstamos estudiantiles para ayudar a las personas que los piden, no existe un apoyo concreto para quienes están atrasados en los pagos.
En el año fiscal 2021, 1,48 millones de estudiantes recibieron becas y préstamos de la Organización de Servicios para Estudiantes de Japón. Alrededor del 80 % tomó préstamos. (International Press)
