¿Romances de oficina en estos tiempos de teletrabajo y aplicaciones de citas? Parece una cosa del siglo pasado.
Sin embargo, como bien apunta Enon Tanaka, presidenta de la Asociación Japonesa de Gokon (citas en grupo), en declaraciones a la revista Weekly Playboy, la oficina sigue siendo el lugar más probable para que las personas se conozcan y reúnan.
“Casi todo el mundo está casi siempre en el trabajo, o de camino al trabajo, o del trabajo a casa”, dice a Weekly Playboy, cuyo reportaje recoge Japan Today.
Si bien el romance de oficina no tiene la magnitud de antaño -el 75,94 % de hombres encuestados por la revista no ha tenido uno en los últimos cinco años- el 24,06 % sí, y eso no es poca gente.
La revista reseña dos historias, una de ellas con final feliz.
La primera se refiere a un hombre de 29 años, trabajador de una compañía financiera, por cuyo trabajo de mentor de nuevos empleados conoció a una chica a la que felicitó por su desempeño.
Eso los llevó a compartir una bebida, luego una comida, y así.
Cuando se le pregunta si no temió, al salir con ella, cruzar la delgada línea que podría interpretar sus acciones como acoso, el hombre dice que para nada, pues fue ella quien tuvo la iniciativa.
Hasta hoy siguen juntos.
La segunda historia es protagonizada por un hombre de 31 años que trabaja en una compañía manufacturera en la prefectura de Fukuoka.
En la oficina conoció a una colega que comenzó a contarle algunos problemas relacionados con el trabajo. La confianza estrechó su relación, se hicieron novios y se casaron.
Eran la pareja feliz de la oficina, hasta que el matrimonio naufragó porque él no pudo lidiar con el hecho de que ella lo superara.
“Ella es mejor en el trabajo que yo”, admite el hombre. Mientras ella avanzó, él se estancó. La situación se reprodujo en casa. Él era la sombra de ella y ya no se sentía a gusto con la relación.
Se divorciaron. Ya no se ven en casa, pero sí en la oficina. (International Press)