La temporada de lluvias ha llegado y con ella vienen consigo una serie de desafíos y situaciones a veces cómicas que las mujeres enfrentamos cada año.
Desde paraguas olvidados hasta peinados destrozados hoy veremos los momentos y las situaciones que las chicas japonesas experimentan en los días de lluvia.
1. No tener paraguas en una lluvia repentina. Es algo que nos ha sucedido a muchas personas, sin embargo, muchos de los encuestados respondieron que en ese momento les encantaría que aparezca el chico soñado que les ofrece un paraguas. Bastante difícil que eso suceda, pero com quien dice, «nada cuesta soñar…»
2. La ropa es un desastre. Intentar estar a la moda en un día de lluvia es prácticamente imposible. La ropa queda salpicada no solo de agua, a veces también con un poco de tierra y si una lleva una prenda impermeable, prácticamente eres un sauna con dos piernas. Así es que no queda otra que ir sencillas y con botas si es posible hasta las rodillas.
3. Olvidarse el paraguas en la escuela o la oficina. Es asombroso cómo cuando finalmente se detiene la lluvia te olvidas completamente del clima. Te olvidas también de los paraguas y llega un día en que te das cuenta, que en la oficina o en la escuela, tus paraguas olvidados se reproducen como por arte de magia.
4. Pereza de cerrar el paraguas plegable. Cuando lo compraste era toda una belleza, pero luego que lo empiezas a utilizar, volverlo a su tamaño original es todo un desafío. Algunos en vez de parecer bastoncitos parecen más una pelota de fútbol americano.
5. La alegría por la cancelación de las actividades deportivas. Muchos chicos y chicas japoneses practican deportes en las escuelas. Es cierto que se esfuerzan muchísimo para sobresalir, pero a veces un pequeño descanso de los intensos entrenamientos cae muy bien.
6. La poca efectividad del «teru teru bozu». El «teru teru bozu» es como un amuleto de la buena suerte para que salga el sol. A veces, si tenemos una cita o una reunión especial queremos desde el fondo de nuestro corazón que no llueva y rezamos al todopoderoso «teru teru bozu», aunque muy pocas veces hace efecto, de vez en cuando, ocurre un pequeño milagro.
7. Ir a la escuela o al trabajo en bicicleta es un verdadero desafío. Manejar bicicleta en plena lluvia es un verdadero desafío y hay que ser muy valientes para poder mantener el equilibrio en un suelo que se vuelve resbaladizo.
8. El peinado despeinado. La humedad y la lluvia arruina cualquier peinado incluso hasta de peluquería. Por más que una se esfuerce para estar peinada, por la cabeza ocurre algo así como una conspiración cósmica porque no tiene arreglo alguno.
Lo mejor es olvidarse de las complicaciones y salir a cantar bajo la lluvia.
*Sondeo realizado por el portal Baidu Japan a 1.713 japonesas hasta los 24 años de edad.
By Nan
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