El número de extranjeros en Japón ha aumentado en 2022, pero no ha sido suficiente para compensar la disminución de la fuerza laboral, según se desprende del informe preliminar de población presentado por el Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaciones.
La población en edad laboral disminuyó en 296.000 (-0,4%) para llegar a un total de 74.208.000 personas, que representan un 59,39%. Es el décimo segundo año consecutivo de caída.
Sin los extranjeros la caída de la fuerza laboral en edad de trabajar sería de 71,63 millones.
Según los datos del ministerio, el promedio de personas de 15 años o más que participaron en el mercado laboral en 2022 fue de 69,02 millones, 50.000 menos que el año anterior.
«Vista la realidad, para Japón es un tema ineludible ampliar la aceptación de extranjeros que refuercen el mercado laboral», dijo el Nikkei.
Aunque en la última década ha habido una tendencia ascendente debido a una mayor participación de mujeres y ancianos en la fuerza laboral japonesa, esto parece estar llegando a su límite.
«Vista la realidad, para Japón es un tema ineludible ampliar la aceptación de extranjeros que refuercen el mercado laboral», dijo el Nikkei.
Se estima que la población extranjera aumentó en 194.000 respecto a 2021 para llegar a 2.916.000 personas, la cifra más alta desde 1950 cuando se abrió esta estadística. El número puede aumentar en 2023.
El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social, dijo que hasta finales de octubre de 2022 el número de extranjeros trabajando en el país estableció un récord de 1.822.000, un crecimiento de 5,5% respecto al mismo período del año anterior.
Una escasez de mano de obra, como la que atraviesa Japón, debiera conducir a salarios más altos, pero «la realidad es diferente»
Japón quiere impulsar drásticamente la llegada de nuevos extranjeros, pero también asegurar la fuerza laboral existente. Para ello, un panel de expertos del gobierno ya tiene el borrador de una propuesta que eliminará el actual programa de capacitación técnica de extranjeros.
Uno de los temas centrales es mejorar las condiciones de trabajo. Una escasez de mano de obra, como la que atraviesa Japón, debiera conducir a salarios más altos, pero «la realidad es diferente».
La explotación laboral y salarios congelados, entre otros problemas están restando atractivo laboral a Japón.
El país sufre tanto para atraer y asegurar técnicos, como para captar a extranjeros profesionales. Según el Ranking de Competitividad de Talento Global 2022 publicado en Suiza, relega a Japón al puesto 54 entre 63 países más atractivos para los extranjeros altamente calificados.
En general, el crecimiento de Japón continúa estancado y los salarios no han aumentado en comparación con el resto del mundo. (RI/NI/International Press)