En abril de 2021, una niña, estudiante de cuarto grado de primaria en una escuela adscrita a la Universidad de Ibaraki, comenzó a ser seguida por un compañero de clase todo el día, incluso en su camino hacia y desde el colegio.
Ese compañero, además, hablaba mal de ella.
El hostigamiento provocó en la pequeña insomnio, dolores de estómago y náuseas, y comenzó a faltar a clases.
Aunque a veces su madre la acompañaba a la escuela, en quinto grado la niña también faltaba a clases.
La madre se quejó a la universidad, pero esta, tal como revela Manichi Shimbun, fue negligente en el manejo del caso y, para colmo, mintió a la mamá.
La ley contra el ijime en Japón define como un incidente grave de bullying, entre otros puntos, el absentismo de un alumno durante un periodo considerable (30 días al año).
Así las cosas, la escuela debe informar al Ministerio de Educación e investigar el caso. La Universidad de Ibaraki no lo hizo.
El 13 de enero de 2023, la madre se reunió con las autoridades de la universidad para que pusieran en vereda al acosador de su hija, pues las cosas no habían mejorado.
La mujer solicitó que se realizara una investigación independiente, tal como lo estipula la ley, y preguntó si habían informado al Ministerio de Educación acerca del caso.
Con respecto a lo primero, la universidad respondió que no era necesaria una investigación independiente, y con referencia a lo segundo aseguró que había notificado al ministerio el 30 de mayo de 2022.
La mujer insistió y en febrero la universidad le dijo que el caso de su hija había sido reconocido como incidente grave en noviembre de 2021, y aseguró nuevamente que habían informado al ministerio el 30 de mayo de 2022.
Sin embargo, la madre preguntó al ministerio y este le respondió que no tenía registro del caso.
El 17 de marzo, la madre se reunió con las autoridades de la Universidad, que le dijeron que en realidad habían informado al ministerio el 16 de febrero de 2023 (y no el 30 de mayo de 2022).
En respuesta a Mainichi, la universidad admitió haber manejado mal el caso y atribuyó la negligencia a la “falta de conocimiento” acerca de la ley contra el ijime.
Asmismo, dijo que personas independientes investigarán el caso tal como establece la ley (algo que debió haber hecho desde el comienzo). (International Press)