En febrero de 2020, Hiroya Nishiyama, un hombre de 20 años miembro de las Fuerzas de Autodefensa Marítima de Japón, se suicidó.
A poco más de tres años de su muerte, sus padres han entablado una demanda contra el gobierno de Japón, al que exigen una compensación de 78 millones de yenes (594 mil dólares) por daños y perjuicios, informa Mainichi Shimbun.
En la demanda presentada ante el Tribunal de Distrito de Nagasaki, los padres sostienen que las Fuerzas de Autodefensa Marítima de Japón no previnieron las largas horas de trabajo y el acoso que lo condujeron a quitarse la vida.
En septiembre de 2020, Nishiyama, entonces de 19 años y asignado al destructor Akebono en una base militar en la prefectura de Nagasaki, y otros marinos (menores de edad) bebieron alcohol juntos.
Como sanción, a Nishiyama se le ordenó llevar un “cuaderno de autorreflexión” todos los días desde octubre (mas no a sus colegas).
Asimismo, se le prohibió bajar a tierra hasta que sus superiores consideraran que estaba verdaderamente arrepentido.
El 9 de febrero de 2021, a pedido de un colega, Nishiyama compró artículos en un restaurante de comida rápida en una base militar estadounidense en Sasebo y regresó al barco.
Varios superiores lo reprendieron con acritud diciéndole que estaba prohibido comprar en restaurantes de comida rápida en la base militar estadounidense.
Nishiyama fue encontrado muerto al día siguiente en la sala de aire acondicionado de la embarcación.
En los últimos mensajes que envió a su mamá, se quejó de que era víctima de bullying y dijo que ya no podía aguantar más.
Las Fuerzas de Autodefensa Marítima de Japón atribuyeron al suicidio al exceso de trabajo.
Sus padres no han tenido acceso a mayor información y desconocen cuántas horas trabajó su hijo.
“¿Por qué mi apacible y paciente hijo fue llevado al extremo de suicidarse? Quiero que se sepa la verdad”, dice el padre a Mainichi. (International Press)