Iwao Hakamada, un hombre condenado a muerte que estuvo 48 años en prisión, tendrá un nuevo juicio.
El Tribunal Superior de Tokio autorizó el lunes un nuevo juicio para el hombre de 87 años, informó Asahi Shimbun.
En 1966, el ejecutivo de una empresa de fabricación de miso y tres miembros de su familia fueran asesinados a puñaladas en su casa, a la que luego el criminal prendió fuego.
El asesino robó 200.000 yenes (1.500 dólares al tipo de cambio actual) de la vivienda.
Hakamada, que trabajaba para la empresa de miso, fue arrestado unos dos meses después.
Durante el interrogatorio policial, confesó los crímenes.
Sin embargo, durante el juicio que le abrieron en el Tribunal de Distrito de Shizuoka Hakamada dijo que era inocente, una postura que mantiene desde entonces.
Es posible que los policías lo coaccionaran para confesar los asesinatos, una práctica denunciada varias veces en Japón.
Un elemento decisivo en la condena de Hakamada fue el descubrimiento, en agosto de 1967 (más de un año después de los crímenes), de cinco prendas de vestir, entre ellas una camiseta y un pantalón, con manchas de sangre en un tanque de miso.
La fiscalía sostuvo entonces que Hakamada había usado las prendas cuando cometió los asesinatos, una posición que respaldó el tribunal (el tipo de sangre de las manchas coincidía con la del hombre, dijo), que lo condenó a muerte en 1968.
El Tribunal Supremo de Japón ratificó la sentencia en 1980.
Hideko Hakamada, la hermana del condenado, sin embargo, mantuvo la batalla por defender su inocencia.
En 2014, el Tribunal de Distrito de Shizuoka decidió reabrir el caso ante una solicitud de nuevo juicio realizado por la defensa de Hakamada.
El tribunal reconoció la validez de un análisis de ADN que concluyó que las manchas de sangre en la ropa no eran de Hakamada.
Además, respaldó la posición de la defensa, según la cual no era normal que las manchas de sangre en la ropa permanecieran rojizas a pesar de haber estado empapadas en miso durante más de un año.
La defensa realizó un experimento que demostró que unas prendas manchadas de sangre y empapadas en miso se habrían ennegrecido después de un año.
El tribunal dijo que era posible que los policías hubieran fabricado y plantado la evidencia.
Finalmente, ordenó la suspensión de la ejecución y la liberación de Hakamada.
Sin embargo, en 2018 el Tribunal Superior de Tokio anuló la decisión del tribunal de Shizuoka de celebrar un nuevo juicio, desconociendo la validez del análisis de ADN y cuestionando el experimento de la defensa.
En 2020, el Tribunal Supremo de Japón ordenó al Tribunal Superior de Tokio que volviera a analizar el caso Hakamada.
El Tribunal Supremo indicó que el experimento sobre el ennegrecimiento de la sangre tenía que ser examinado con más profundidad.
Sin embargo, dijo que el análisis de ADN según el cual la sangre de las prendas no era de Hakamada no era creíble.
Fue así que finalmente llegamos al lunes 13 de marzo, cuando el Tribunal Superior de Tokio reconsideró su posición anterior y ordenó un nuevo juicio.
Si la fiscalía apela el fallo, el caso volvería al Tribunal Supremo.
Si no apela, será nuevamente juzgado en el Tribunal de Distrito de Shizuoka, que probablemente encontrará inocente a Hakamada, según Asahi.
La hermana de Hakamada ha pedido que el nuevo juicio se realice rápidamente, debido al deterioro de su salud y las enfermedades mentales que desarrolló mientras estaba en el corredor de la muerte.
Hakamada vive con su hermana en Shizuoka. (International Press)
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