En 1970, una mujer con discapacidad auditiva fue sometida a una cirugía de esterilización sin su consentimiento.
Fue un acto legal, pues regía en Japón una ley de eugenesia (1948-1996) que autorizaba la esterilización forzada de personas con discapacidad intelectual, enfermedades mentales o trastornos hereditarios, para impedir que tuvieran hijos.
La mujer presentó una demanda contra el Estado japonés y el viernes el Tribunal de Distrito de Shizuoka ordenó al gobierno de Japón pagar una compensación por daños y perjuicios de 16,5 millones de yenes (121.000 dólares) a la mujer, informó Kyodo.
El tribunal sostuvo que la ley era inconstitucional. La esterilización violaba la libertad de la mujer de decidir si tener un hijo, contraviniendo la Constitución, que garantiza el derecho a buscar la felicidad.
La operación no consentida causó a la mujer un enorme sufrimiento mental y físico, según el fallo.
El abogado de la demandante declaró que “la esterilización forzada fue la mayor violación de los derechos humanos de la posguerra” en Japón.
La decisión del tribunal de Shizuoka es el cuarto de su tipo en el país asiático.
Mientras estuvo en vigor la ley de eugenesia, alrededor de 25.000 personas fueron esterilizadas. (International Press)
NHK