El 27 de mayo de 2013, un miembro de las Fuerzas de Autodefensa Terrestre de Japón se suicidó en la base militar en la prefectura de Ehime donde trabajaba.
Casi diez años después, el martes, el Tribunal de Distrito de Otsu concluyó que el exceso de trabajo condujo al hombre de 28 años al suicidio.
El gobierno de Japón deberá pagar una compensación de 78,3 millones de yenes (580 mil dólares) a la familia del fallecido, informó Mainichi Shimbun.
El hombre cayó en una depresión, abrumado por la carga de trabajo que recayó sobre él como jefe de pelotón en la base, encargado del entrenamiento de los nuevos reclutas.
El suicida no tenía días libres y el mes previo a su muerte llegó a trabajar aproximadamente 171 horas extra.
En 2018, un cuartel general del ejército que tiene jurisdicción sobre la base de Ehime reconoció que el exceso de trabajo fue uno de los factores que llevó al hombre al suicidio y su muerte como un accidente laboral. (International Press)