Un hombre chino, miembro del Partido Comunista de China, trabajó para un fabricante de piezas electrónicas en Japón y transmitió información no autorizada sobre agricultura de alta tecnología, revelan fuentes de Kyodo.
La policía japonesa investigó al hombre, pero este abandonó Japón antes de que la investigación pudiera culminar.
La información fue enviada a dos empleados de una empresa china.
El destinatario final, sin embargo, sería el gobierno chino, que pugna por modernizar la agricultura china para reforzar la seguridad alimentaria.
Los datos extraídos por el chino están relacionados con un programa instalado en un dispositivo utilizado para mantener un ambiente adecuado (temperatura dentro de los invernaderos, la humedad del suelo, etc.) para el cultivo de productos agrícolas.
La información se almacenaba en una nube controlada por un servidor externo, y tenían acceso a ella un número limitado de trabajadores del fabricante de piezas electrónicas, entre ellas el chino.
La policía investigaba al hombre como sospechoso de violar la Ley de Prevención de la Competencia Desleal que protege los secretos comerciales.
En Japón, la policía está redoblando sus esfuerzos para evitar la fuga de tecnología de punta al extranjero.
Una de sus acciones consiste en informar a las empresas e instituciones de investigación sobre cómo frenar el espionaje industrial.
Mientras tanto, el gobierno de Japón está promoviendo la agricultura inteligente, para fortalecer la productividad mediante el uso de drones para monitorear granjas de forma remota y esparcir fertilizantes, entre otras herramientas. (International Press)
