El dinero compra la libertad, cree Kiyoto Imamura, uno de los cuatro delincuentes japoneses detenidos en un centro de inmigración en Filipinas, a juzgar por lo que le dijo a su abogado.
“Quiero salir a toda costa (del centro)”, le dijo durante una reunión que sostuvieron el 30 de diciembre, según Mainichi Shimbun.
El letrado le dijo que eso le costaría mucho dinero. “Pagaré todo lo que sea necesario”, respondió él.
“No tengo intención de volver a Japón”, afirmó el hombre de 38 años, cuyo destino final será probablemente una cárcel en su país una vez que Filipinas lo deporte.
Imamura está implicado en una ola de robos a casas en Japón desde 2022, operaciones que -con sus cómplices japoneses en Manila- dirigía vía smartphone.
Imamura le dijo a su abogado que quería salir y casarse con su novia.
Durante la reunión, su defensor le comunicó que estaba trabajando en la preparación de su caso.
Es posible que Imamura, según Mainichi, haya intentado escapar del centro de inmigración ante la posibilidad de ser deportado.
Los delincuentes “ricos” como Imamura disfrutaban de una estadía privilegiada en el centro, que incluía una sala VIP con aire acondicionado y el acceso a teléfonos inteligentes.
Un hombre que estuvo detenido en el centro dijo que mientras uno tuviera dinero podía conseguir lo que quisiera. (International Press)